Todo el mundo conoce las bellezas de esta ciudad que ofrece muchos atractivos para el viajero. Dentro de sus murallas antiguas o enfrentandonos a algunas horas de coche para visitar, por ejemplo, el Monasterio Colgante o las decenas de miles de estatuas en las extraordinarias grutas budistas de Yungang, declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
Desde la perspectiva de un Viajero con mayúsculas es imprescindible conocer no sólo lo que ha dejado el pasado. Un baño de gentes puede ser de lo más interesante. Siempre que cultivemos la curiosidad necesaria para disfrutar de cada momento de la estancia en un País de costumbres, mentalidades y visión de lo cotidiano tan diferentes.
Uno de las actitudes más comunes del turista es una total falta de interés hacia lo que no aparece señalado en negrita en las guías. En muchos casos, se trata de un error. Otro son las prisas, para poder ver lo máximo posible: ya que el viaje ha sido tan largo habrá que aprovechar... y nos sometemos a verdaderas maratonas.
La cantidad frente a la calidad.
Las mismas agencias de viajes caémos muchas veces en esta tiránica trampa.
¿Más es mejor?
Viajes a China, con Shui
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